El extraño fenómeno de Polaroid

Hay un tema, llamémoslo fenómeno social, que no termino yo de entender: ¿por qué se han vuelto a poner de moda las fotos polaroid?

Hace más de medio siglo la marca sacó al mercado, como todos sabemos, una película que se revelaba en tan sólo 60 segundos.  En el mercado de aficionados, se utilizó durante años como cámara casera, testigo de momentos especiales. En casi todos los hogares había una, y las pequeñas fotos de bordes blancos llenaron muchos álbumes y poblaron muchas paredes. Pero en el terreno de la fotografía profesional fue una ayuda incondicional, pues se podían obtener resultados inmediatos. Imaginémonos por un instante un set de iluminación montado a pleno sol, aprovechando la luz natural para crear un contra mientras iluminamos al modelo con flash de estudio. El fotómetro nos dice que está todo ok pero, ¿y si no? Pues hacemos una prueba con polaroid y nos aseguramos. O un cliente insiste en que no le convence el resultado de lo que estamos haciendo… pues le enseñamos una polaroid y le convencemos.

Fuera aparte de la magia de poder ver la foto revelarse ante nuestros ojos, el verdadero encanto de polaroid residía en su instantaneidad. Al fin y al cabo se trata de una imagen que no se puede ampliar y no se puede copiar, lo cual es la verdadera esencia de la fotografía.

Precisamente esto es lo que hace quebrar a la empresa cuando surge la fotografía digital. No tenía sentido seguir utilizando polaroid cuando teníamos otro medio más instantáneo todavía, que además permite realizar infinitas copias sin pérdida de calidad y que para colmo cada click es gratuito. Era el destino lógico, al que se vio irremediablemente abocada.

Mi duda surge cuando veo cómo en los últimos años la moda polaroid resurge de sus cenizas convirtiéndose en todo un fenómeno entre jóvenes y diversos colectivos artísticos. El caso es que puedo entender la nostalgia de la fotografía analógica, puedo entender incluso el fenómeno lomográfico, y en general entiendo la añoranza de épocas pasadas en toda la estética de Instagram. Pero la polaroid es algo que se me escapa. ¿Es precisamente el hecho de que sea una única imagen lo que la hace tan singular? Porque entonces no entiendo el modelo de cámara digital, que imprime directamente, eso sí, todas las veces que se quiera. ¿Se trata casi de un objeto en vez de una fotografía? ¿Por qué no se ha vuelto a poner de moda el daguerrotipo? Económicamente, es casi casi lo mismo :D

Polaroid 1000

4 Comments

  1. Diría que exactamente por el mismo motivo que los relojes Casio y las gafas de pasta gigantes. Somos ya TAN modernos, que no sabemos cómo serlo más sin involucionar. Opino.

  2. Sprocket says:

    Estar a la última en cámaras digitales ya no es lo que era. La única forma de ser diferente es reviviendo algo pasado.

  3. A mi se me ocurre, y es una reflexión que tengo desde hace un tiempo por la que ya hace un tiempo me plantee adquirir una cámara de fotos instantánea (en concreto una Holga), que es debido a la conservación. Yo creo que gracias a la era digital y a una mala organización se pierden muchas fotografías en el pasado que nunca llegaron a imprimirse. Mi madre, por ejemplo, conserva cientos de fotografías de toda la familia, incluso fotografías de mis bisabuelos, en álbumes y marcos de fotos.
    En cambio creo que al conservar muchas fotos en formato digital y no imprimirlas estas se van perdiendo con el tiempo. Sé que no tendrían porque perderse, que se pueden hacer copias de seguridad e incluso imprimirlas, pero creo que con la democratización de la fotografía muchas se pierden.
    Por supuesto, también estoy de acuerdo en que es algo “retro” y que mola todo eso.

  4. Ivan Canals says:

    La magia de la fotografía instantánea no te la da la fotografía digital.

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